El candidato oficialista deería abandonar su proverbial ambigüedad y explicar cuáles de esos personajes tan antagónicos que estaban en el Ópera señalan el rumbo de la gestión que aspira a realizar.
Sobre el significado de las dos caras del dios Jano, hay muchas interpretaciones. Para Plutarco, son el paso del caos a la civilización; para Ovidio, un rostro mira a Oriente y el otro a Occidente, y representan la capacidad de abrir y cerrar todos los ciclos de la Tierra.
Otras interpretaciones mitológicas lo señalan como el dios de los comienzos, que garantiza los buenos finales; también es el dios de las puertas, como lo representa su templo en el monte Janícula.
Pero hay una interpretación que suele pasar inadvertida: las dos caras contrapuestas significan que la deidad romana podía mirar al mismo tiempo el futuro y el pasado, don que le había dado Saturno por albergarlo tras ser desterrado por Júpiter.
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